Dieciséis años han pasado desde que se popularizase La Barbacoa de Georgie Dann, y hasta hoy es uno de los mejores documentos que nos muestran lo animado y divertido que puede ser hacer una barbacoa. Tanto si la cocina es una de tus pasiones como si no lo es, en este post te damos algunos consejos para que tú mismo puedas hacer la barbacoa perfecta.
Las brasas
Para la realización de la barbacoa es fundamental disponer de brasas que cocinen los alimentos. Estas pueden conseguirse directamente de la madera o de carbón vegetal, que es fabricado mediante la carbonización de la leña. La diferencia entre el carbón vegetal y la leña radica en el tiempo que tarda cada uno en hacer brasas, siendo el carbón el más rápido.
Una vez hemos elegido el material para encender el fuego hay que pasar al siguiente paso: encender el fuego. Encender el fuego puede suponer todo un reto, pero para restarle dificultad puedes servirte de pequeñas astillas y piñas, elementos con los que te será más fácil iniciar el fuego. Una vez que esta primera base esté bien prendida, tendrás que añadir poco a poco el carbón o la leña.
Cuando las brasas estén blanquecinas y sin llama será el momento de colocar la parrilla.
Hora de cocinar
Una vez que tenemos las brasas calientes llega el momento de cocinar. Para ello existen utensilios específicos que utilizaremos a la hora de hacer la barbacoa, como unas pinzas para poder coger los alimentos, una vara para remover las ascuas, unos guantes protectores y, fundamentalmente, las parrillas.
Con todos estos objetos dispuestos correctamente solo falta colocar los alimentos en las parrillas. Los alimentos que se pueden cocinar en barbacoa son muchos, desde unos filetes, chorizos o hamburguesas hasta unas brochetas vegetales, pasando por pescados como las sardinas o truchas.
La carne es el producto estrella por excelencia para realizar barbacoas, ya que su sabor y su aroma tras cocinarlo por este procedimiento es muy característico. Conviene sacar la carne de la nevera de 2 a 3 horas antes y pincharla con un cuchillo cuando la vayamos a cocinar para que de esta forma pueda soltar la grasa y se cocine bien por dentro.
Con las brasas adecuadas bastará con dejar la carne en la parrilla el tiempo estimado hasta que la carne quede bien cocinada. También es importante añadir la sal una vez la carne esté cocinada, ya que si se le añade antes, hará que la carne libere jugos y quede más seca. Además no es conveniente voltear demasiado las piezas, ya que de este modo también puede resecarse y no quedar jugosa.
Las barbacoas de pescado son una alternativa muy deliciosa a las barbacoas de carne. Sardinas, salmón, trucha o atún son algunos de los pescados que podemos cocinar mediante este procedimiento, pero también mariscos como cangrejos, langostas o langostinos. Recuerda limpiar las vísceras antes de cocinar el pescado y colócalo entre 10 y 15 centímetros sobre las brasas.
El pescado requiere de más cuidados a la hora de realizar la barbacoa ya que tiende a pegarse a la parrilla. Por ello es más preciso emplear una parrilla doble para poder voltear el pescado con más facilidad. Los pescados y los mariscos requieren menos tiempo para cocinarse que la carne.
Las verduras pueden servir como acompañamiento para tus carnes, pescados o mariscos. Podrás cocinar a la barbacoa verduras como pimientos, espárragos, zanahorias, berenjenas o calabacines. También suelen cocinarse de forma bastante rápida, así que no te tomará demasiado tiempo.
Por su puesto puedes aromatizar la carne y el pescado con especias como tomillo, romero o hinojo, y también puedes acompañar los alimentos de salsas como la tártara, chimichurri o barbacoa.
¡No olvides apagar las brasas y recogerlo todo cuando hayas terminado la barbacoa!
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